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Reabren los túneles de Gibraltar, un histórico laberinto que nos conduce al pasado
Se trata de un impresionante recorrido por los entresijos de la Segunda Guerra mundial y las labores de espionaje, pero también un homenaje a los anónimos que lo construyeron
Los túneles de Gibraltar están de estreno tras la primera fase de restauración de sus 54 kilómetros en las entrañas del Peñón. Sobrecoge internarse por estos intrincados pasadizos diseñados por ingenieros canadienses, refugio de tropas y población durante la Segunda Guerra Mundial.
En la primera gran sala nos topamos con este avión SPITFIRE, símbolo de la Fuerza Aérea Británica, que junto a los aliados tejió la maraña de espionaje que tanta literatura y filmografía ha regalado el conflicto bélico, que marcó a Gibraltar.
Es una ínfima parte de la laberíntica historia que prácticamente deja hueca a la Roca. Estos puntos señalan el vientre de interminables pasillos plagados de fotografías, recortes de periódicos, paneles explicativos, e imágenes de la época describiendo la descomunal labor de ingeniería.
Pero la restauración de esta parte de los túneles no se centra sólo en las batallas de la Segunda Guerra Mundial. También acoge eventos de actualidad, y recrea época en los espacios
Y ante todo, homenajea a los anónimos que construyeron historia local y de paso, la padecieron: en mayo de 1940, dieciséis mil gibraltareños vivieron el destierro forzoso por el conflicto bélico. Su rostro ilustra relatos de dramas personales que la guerra siempre deja a su paso.
La musealización de los túneles es un proyecto en movimiento, aunque en esta jaula anclara el pasado con esos errores que tanto le gusta repetir a la especie humana.