Son dos artilugios en fase de experimentación que se desarrollan con fondos europeos y que con la participación de UPA, empresas, universidades y agricultores este jueves se está probando en el campo.
Lo que hace unos años era ciencia ficción hoy se está convirtiendo en una realidad. Gafas que determinan una poda correcta o un chaleco adaptado que aminora el esfuerzo del podador o del recolector de aceituna.
Es un proyecto de tecnología aplicada al olivar y al viñedo. No nace de la empresa sino de los agricultores. Denuncian que cada vez hay menos mano de obra cualificada y menos mano de obra en general.
Ahora, treinta agricultores de la comarca de Alcalá la Real comprueban en su fase experimental este chaleco articulado o, como le llaman, este exoesqueleto que facilita y aligera las tareas del campo. El trabajo de campo acaba de iniciarse y tiene una duración de cinco años.