El Gobierno insiste en que presentará el proyecto para lo que tiene de plazo hasta el martes.
Sánchez gobierna con los de 2023 prorrogados.
Las últimas derrotas parlamentarias evidencian la falta de apoyos del Ejecutivo.
Presentar los presupuestos generales del Estado, aunque no consigan ser aprobados, es una obligación recogida en la Constitución. Pero el plazo termina el próximo martes, y el gobierno sigue sin reunir los apoyos suficientes para lograr que salgan adelante. En lo que va de legislatura, el Ejecutivo de Pedro Sánchez no ha podido aprobar los presupuestos ningún año y gobierna con los de 2023 prorrogados.
Desde el gobierno han asegurado una y otra vez que los van a presentar. Pero el tiempo se agota. El Ejecutivo debería llevar el proyecto al Congreso antes de que termine septiembre, según fija la Constitución. Desde el gobierno aseguran que trabajan en ello.
Pero la situación se complica. Las últimas derrotas parlamentarias ponen de manifiesto la desunión entre el gobierno y sus socios y aliados. Junts rechazó la reducción de la jornada laboral, y Podemos tumbó la exigencia de los independentistas de traspasar a Cataluña las competencias sobre inmigración. Desde las filas del PSOE, García-Page vuelve a criticar la dependencia de los votos de Junts.
Aún así, el acercamiento al fugado Carles Puigdemont se hace cada vez más necesario, aunque de momento el ex presidente Zapatero como nuevo negociador no ha conseguido ningún acuerdo.
España es el único país de la Unión Europea que no ha presentado un plan presupuestario para 2025, según señala la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal. Y recalca que el marco fiscal nacional está completamente anestesiado.