La ausencia de Sánchez marca el inicio de la campaña de las elecciones catalanas

La campaña electoral en Cataluña ha arrancado en la media noche. Y lo  ha hecho marcada por el debate sobre la continuidad de Pedro Sánchez y por la actividad política de Carles Puigdemont. 

El candidato de Junts, que se desarrolla su campaña fuera de territorio español, ha dado su primer mitin en el sur de Francia ante medio millar de personas, donde ha avisado del riesgo de que  los socialistas busquen el apoyo del PP para hacerse con la  Presidencia de la Generalitat como pasó en el Ayuntamiento de Barcelona.

El candidato de Esquerra Republicana de Cataluña (ERC), Pere Aragonès, arrancó campaña en Barcelona con duras críticas a Pedro Sánchez por su dudas sobre la continuidad en el Gobierno. Ha asegurado que su partido siempre "planta cara" a la ultraderecha y que él nunca se ha planteado abandonar, pese a estar "profundamente enamorado" de su esposa.

Por su parte, el candidato del PSC a la Generalitat, Salvador Illa, ha comenzado la campaña en Sabadell destacando la resistencia individual que, a su juicio, tiene el presidente del  Gobierno, Pedro Sánchez, y le ha expresado su apoyo tras cancelar su  agenda para reflexionar sobre su futuro como presidente: "El PSC  está contigo!", ha dicho el socialista catalán que también ha lanzado en este inicio de campaña una llamada a la "resistencia  colectiva". 

El candidato del Partido Popular a la Generalidad, Alejandro Fernández, ha emprendido campaña con duras críticas tanto a Pedro Sánchez como a Carles Puigdemont, a los que ha calificado de “egocéntricos” y “populistas”. 

Y justo al inicio de la campaña catalana el CIS ha hecho pública su encuesta de intención de voto. Los socialistas ganarían las elecciones el 12 de mayo, con entre 39 y 40 escaños, por encima de Junts y ERC. El sondeo da opciones de entrar en el Parlamento autonómico al partido Aliança Catalana, una formación independentista de extrema derecha. En cuanto a la preferencia de los electores, el socialista Salvador Illa obtiene la mejor valoración con un 25%, seguido de Carles Puigdemont con un 17 y Pere Aragonès con un 14.